Es un sitio muy bonito, precioso. Hemos pasado un fin de semana con nuestros hijos de 3 y 11 años y nos encantó. El lago es precioso, las habitaciones (con calefacción y aire acondicionado) y el restaurante de primera calidad. El dueño es muy simpático y el hecho de estar ubicado en Casarabonela nos permitió visitar los pueblos de los alrededores. Hemos descansado y pensamos volver a ir para disfrutar de las actividades que ofrecen (con caballos, bicis, quads, etc) y para poder bañarnos en su piscina ! Un lugar ideal para volver "nuevos" al trabajo ! Se puede hacer barbacoa en el lago, senderismo,... El restaurante ofrece una cocina "diferente" y original, excelente.