Fui con mi pareja y esa noche estuvimos solos en el Palacio, resto imponente de un proyectado Colegio Universitario renacentista que no se concluyó. Las instalaciones son magníficas, y se aprecia el enorme trabajo en mantener un edificio de estas características y la dedicación y el buen gusto en lo que afecta a mobiliario y decoración. El trato, excelente, Noelia fue simpatiquísima. El lugar se encuentra al lado de la iglesia y cerca de otros monumentos de interés del pueblo. Pudimos disfrutar la serenidad de una agradable jornada invernal y volveremos si tenemos oportunidad.