Hemos estado alojados este fin de semana en la casa rural y venimos encantados. Toñi no se encontraba pero nos recibió Carmen (vecina) y es una mujer muy cariñosa y encantadora. Nos sentimos como en casa.
La casa contaba con todo lo necesario y la limpieza un 10. Las vistas desde la terraza son impresionantes y la tranquilidad que allí se respira no tiene precio.
Lo único malo es el acceso a la casa para ir con una niña pequeña por todo lo que se necesita, pero es verdad que Toñi nos avisó de ello. Aún así volvería a la casa sin pensarlo.
La casa contaba con todo lo necesario y la limpieza un 10. Las vistas desde la terraza son impresionantes y la tranquilidad que allí se respira no tiene precio.
Lo único malo es el acceso a la casa para ir con una niña pequeña por todo lo que se necesita, pero es verdad que Toñi nos avisó de ello. Aún así volvería a la casa sin pensarlo.