Una casa rural con encanto.
Hemos ido en familia (y con nuestro perro) en semana santa y hemos estado muy a gusto. La casa tiene todos los utensilios que puedas necesitar. Además tiene un merendero cubierto, pero con ventanales enormes, que si hace muy bueno las puedes abrir y si hace malo te protege del mal tiempo. En el merendero hay una cocina bilbaína que calienta todo el merendero, además tiene otra de gas por si no sabes manejar muy bien la bilbaína o es para poca cosa.
En el jardín (que tiene muy buen tamaño y está muy bien cuidado) tiene un gallinero perfectamente cerrado y puedes coger los huevos de las gallinas y es una delicia (todos los días mínimo 4 huevos).
Tiene una barbacoa en el patio.
El pueblo es tranquilo y con varios caminos para hacer rutas alrededor. Tiene un restaurante en la misma calle con unas chuletillas de lechazo espectaculares.
En la plaza justo en frente de la casa hay una tienda que abre solo de 10:30 a 11:30 donde te venden el pan y cosas básicas de alimentación.
Diego ha estado pendiente de lo que pudiéramos necesitar todo el tiempo.
Toda mi familia y nuestro perro (que también es de la familia) hemos estado genial y volveremos.
Recomiendo 100% la casa.
Hemos ido en familia (y con nuestro perro) en semana santa y hemos estado muy a gusto. La casa tiene todos los utensilios que puedas necesitar. Además tiene un merendero cubierto, pero con ventanales enormes, que si hace muy bueno las puedes abrir y si hace malo te protege del mal tiempo. En el merendero hay una cocina bilbaína que calienta todo el merendero, además tiene otra de gas por si no sabes manejar muy bien la bilbaína o es para poca cosa.
En el jardín (que tiene muy buen tamaño y está muy bien cuidado) tiene un gallinero perfectamente cerrado y puedes coger los huevos de las gallinas y es una delicia (todos los días mínimo 4 huevos).
Tiene una barbacoa en el patio.
El pueblo es tranquilo y con varios caminos para hacer rutas alrededor. Tiene un restaurante en la misma calle con unas chuletillas de lechazo espectaculares.
En la plaza justo en frente de la casa hay una tienda que abre solo de 10:30 a 11:30 donde te venden el pan y cosas básicas de alimentación.
Diego ha estado pendiente de lo que pudiéramos necesitar todo el tiempo.
Toda mi familia y nuestro perro (que también es de la familia) hemos estado genial y volveremos.
Recomiendo 100% la casa.