Tres días geniales. La casa, muy acogedora. Los dueños, más amables y atentos, imposible. La zona, muy bonita y con muchos rincones por descubrir. En resumen, muy recomendable para pasar unos días disfrutando del entorno pero también de la casa, que está cuidada hasta el mínimo detalle para que, además de ser preciosa, sea cómoda. Gracias, Trini y Vicent, por la ilusión con la que ofrecéis vuestro Riurau a los viajeros (y por esas naranjitas de vuestro terreno, que están espectaculares).