Fui con unos amigos de viaje y quedamos muy satisfechos. Una casa muy espaciosa y acogedora. Muy bien equipada. Bien comunicada y perfecta para reunirse gente proveniente de distintos puntos del país. La piscina de agua salada es una gozada, la pudimos disfrutar hasta en pleno mes octubre. En cuanto a orden y limpieza, nada que objetar, estaba impoluta. Un pueblo tranquilo y con mucho encanto. Recomiendo los productos típicos de la zona, como los vinos y los dulces artesanales. Sin duda, repetiremos.