Somos una familia de Zaragoza que estuvimos los primeros días de septiembre acompañados por nuestras hijas y nuestros dos perros. Nos gusto mucho la estancia, el entorno es genial, con unos muy buenos paisajes de almendros y olivos. El trato de su dueña Johana fué estupendo, el primer día de estancia la niña se puso mala y ella nos ayudo a pesar de una hora tardía, enseguida nos consiguió medicamentos y termómetro.
En resumen una estancia genial, un abrazo muy fuerte. Volveremos.
En resumen una estancia genial, un abrazo muy fuerte. Volveremos.