Hemos estado cinco días en Diciembre. Tenemos tres niños pequeños y necesitábamos unos días en la naturaleza en un sitio amplio y agradable. Los Ranchales lo tiene todo. Un valle precioso, un entorno lleno de cosas que hacer (laguna negra,paseos por Vinuesa, visita al Dueto, ect), un restaurante donde se come de maravilla (especializado en setas y carnes de la zona) y un equipo super servicial y simpático. Como ejemplo, a nuestra hija Alicia se le calló un diente una noche y Sonia y Carlos ya la habían hecho esa tarde unos regalos para que no se quede si el Sr. Pérez. El recinto es muy grande está vallado por lo que los niños pueden estar jugando a su aire y nosotros podemos sentarnos a leer un poco. En la finca de enfrente tiene vacas que las tiene sueltas por la zona.....idílico....Gracias