Encontramos cuanto deseábamos, comodidad, tranquilidad y máximas atenciones.
El balcón de nuestra habitación nos ofrecía toda la majestuosidad del paisaje soriano y la particularidad del acebal a la vista.
La cocina una delicia: Elaborada con productos de proximidad, tratados con la máxima exquisitez. Puro arte, de verdad.
El balcón de nuestra habitación nos ofrecía toda la majestuosidad del paisaje soriano y la particularidad del acebal a la vista.
La cocina una delicia: Elaborada con productos de proximidad, tratados con la máxima exquisitez. Puro arte, de verdad.