La casa es hermosa y se encuentra en un lugar perfecto para disfrutar de la tranquilidad. Nos sentimos muy cómodos. El pueblo, Pedrajas, nos ha dejado una grata impresión con sus casas, calles y esculturas. Sobre todo, destacamos la atención y el trato brindado por Beatriz, la propietaria de la casa rural, quien nos informó acerca de lo que podíamos ver y hacer en la zona.