El entorno de la casa es admirable. Una finca rodeada de encinas, aislada y donde se ven las mejores estrellas! La casa es un poco vieja y está algo descuidada, sin embargo, Pilar, su dueña, lo compensa con creces con su amabilidad, flexibilidad y cercanía. Fuimos un grupo de amigos con niños y lo pasamos fenomenal.