Escogimos la casa buscando un lugar para descansar y olvidarnos del barullo de Madrid. La casa es grande y espaciosa con un patio ajardinado que a nosotros nos sobraba, éramos ocho con un perro. El trato de los dueños y de los habitantes del pueblo con los que estuvimos hablando, inmejorable. Es un pueblo muy pequeño pero está situado en medio de un cruce de caminos, ideal para conocer toda aquella zona, Segovia, Avila, Valladolid, Salamanca etc. Nos quedamos con ganas de poder ver más cosas.