La casa es espectacular. Cuidada hasta el ultimo detalle, te sientes muy a gusto no echas nada en falta. El patio con jardin y barbacoa increible, y la piscina con las tumbonas es espectacular.
La propietaria Virtu es un encanto, muy atenta y te recomienda sobre que hacer y que ver. Incluso te deja un bizcocho casero buenisimo y alguna cosita mas para desayunar, cosa que es un detalle.
Esta todo super limpio y se hace corta la estancia.
Con ganas de repetir.
La propietaria Virtu es un encanto, muy atenta y te recomienda sobre que hacer y que ver. Incluso te deja un bizcocho casero buenisimo y alguna cosita mas para desayunar, cosa que es un detalle.
Esta todo super limpio y se hace corta la estancia.
Con ganas de repetir.