Hemos pasado un fin de semana fenomenal en esta casa tan acogedora; rural, rural, ¡con sus gallinas y todo! Hemos recordado las navidades en casa de la abuela en el pueblo, era como estar en una casa habitada, con alma. La verdad es que hemos descansado mucho, en esos rincones sorprendentes para leer o charlar un rato. Muy recomendable.