La casa nos encantó. Muy acogedora. Super tranquila. Muy bien situada. Todo nuevo y puesto con mucho gusto. El toque de la chimenea le da un encanto especial. Y qué decir del trato de los dueños, encantadores. Si vais por La Alberca además de alojarse aquí hay que probar las tartas caseras de la tetería de Macu. No se puede pedir más.
Sin duda para repetir.
Sin duda para repetir.