Alojamiento y experiencia muy recomendable. Buscábamos algo tranquilo y descubrimos este paraíso en medio de la Dehesa Salmantina de casualidad y bendita casualidad, ha sido un gran descubrimiento, sin duda volveremos! El sitio tiene un enclave precioso, en medio de la naturaleza, alejado de cualquier ruido, si te gusta la fotografía es obligado ir, tienen Hides muy impresionantes, dan de comer a buitres, etc.
Es una reserva biológica con muchas curiosidades, es como estar en la "Sabana Charra" y encima las casas están muy bien equipadas, son muy bonitas y se está muy a gusto, fresquitas en verano y con unas vistas preciosas. La piscina es un puntazo. Para ir en familia o con amigos es un buen plan, no defraudará. El día es mágico pero lo de las noches ya es otro cantar...pura paz!
El personal que nos atendió, Sergio y Marimar, eran encantadores y encima se notaba que disfrutaban con su trabajo. Nos hicieron una visita guiada que nos encantó.
PD. Leí comentarios sobre lo mal que estaba el acceso y puedo confirmar que es una pista forestal, es normal que el coche se llene de polvo pero no tiene baches ni es inaccesible en coche turismo, al revés, demasiado bien para ser pista forestal.
Es una reserva biológica con muchas curiosidades, es como estar en la "Sabana Charra" y encima las casas están muy bien equipadas, son muy bonitas y se está muy a gusto, fresquitas en verano y con unas vistas preciosas. La piscina es un puntazo. Para ir en familia o con amigos es un buen plan, no defraudará. El día es mágico pero lo de las noches ya es otro cantar...pura paz!
El personal que nos atendió, Sergio y Marimar, eran encantadores y encima se notaba que disfrutaban con su trabajo. Nos hicieron una visita guiada que nos encantó.
PD. Leí comentarios sobre lo mal que estaba el acceso y puedo confirmar que es una pista forestal, es normal que el coche se llene de polvo pero no tiene baches ni es inaccesible en coche turismo, al revés, demasiado bien para ser pista forestal.