La casa es una monada. Me ha sorprendido lo grande que son las habitaciones a pesar de ser para 2-4 personas. El entorno en plena naturaleza invita al descanso y a olvidarte de todo. El propietario en todo momento se mostró cercano y solícito. Está muy bien ubicada para conocer las Rías Baixas. Por poner alguna pega diré que la señal de la wifi apenas llega a la casa; lo comentamos con Fernando, el propietario, y quedó en intentar solucionarlo con la compañía telefónica. Por lo demàs altamente recomendable