Experiencia increíble. Éramos seis y aunque en la publicidad decía que eran tres habitaciones dobles, en realidad eran dos dobles y otra con una cama enorme y otra cama donde podían dormir perfectamente dos niños. Dos barbacoas, piscina, chimenea, menaje, todos los electrodomésticos necesarios y si te olvidas de algún ingrediente, seguro que algún inquilino anterior lo ha dejado en la despensa. Todo maravilloso. Disfrutamos como enanos.