hemos estado con nuestros tres hijos y hemos estado encantados. el trato inmejorable Idoia se hizo enseguida con el cariño de nuestros niños Les dejaron dar de comer a las ovejas,vieron a un corderito y cabritillo recien nacidos,dieron el biberon a los corderitos... estuvieron felices!!!y tanto Idoia como Izaskun encantadoras. Es un pueblo pequeño,tranquilo pero muy bien comunicado. una experiencia para repetir. Y ademas si os gustan los quesos no podeis dejar de comer los que alli hacen!excelentes!!!