Fuimos un grupo de 10 personas (6 adultos y 4 niños) y nos hemos vuelto maravillados. La casa estupenda, mejor imposible. Totalmente adaptada para silla de ruedas. En nuestro grupo había una persona con silla de ruedas y accedió a todas las estancias de la casa en su silla y sin ningún problema.
En cuanto a los niños, volvieron encantados. Les gustó muchísimo el contacto con los animales, recoger los huevos de las gallinas, dar el biberón a los terneros, ver los caballitos. Están deseando volver.
También estuvimos muy agusto con la propietaria de la casa, Mariado, una mujer encantadora y muy cariñosa con los niños. Un trato muy familiar.
Y el entorno precioso, con multitud de actividades/excursiones por hacer cerca. La propietaria nos informó de todo estupendamente.
Una experiencia inolvidable para nosotros, sin duda volveremos en alguna ocasión.
En cuanto a los niños, volvieron encantados. Les gustó muchísimo el contacto con los animales, recoger los huevos de las gallinas, dar el biberón a los terneros, ver los caballitos. Están deseando volver.
También estuvimos muy agusto con la propietaria de la casa, Mariado, una mujer encantadora y muy cariñosa con los niños. Un trato muy familiar.
Y el entorno precioso, con multitud de actividades/excursiones por hacer cerca. La propietaria nos informó de todo estupendamente.
Una experiencia inolvidable para nosotros, sin duda volveremos en alguna ocasión.