Hemos estado las segunda quincena de agosto una familia con cuatro niños y hemos disfrutado muchísimo.
La casa es una pasada: totalmente equipada, segura y confortable, rehabilitada con delicadeza y esmero, y super limpia.
Estás en medio de la naturaleza, pegado a la granja, para disfrutar del silencio y del olor tan característico de las vacas.
Los niños han disfrutado mucho ayudando a alimentar a los terneritos y viendo el ordeño.
A cada paso hay una vista espectacular, una ruta que andar o una foto para hacer.
Simplemente precioso y reparador.
Gracias por todo Mariado.
La casa es una pasada: totalmente equipada, segura y confortable, rehabilitada con delicadeza y esmero, y super limpia.
Estás en medio de la naturaleza, pegado a la granja, para disfrutar del silencio y del olor tan característico de las vacas.
Los niños han disfrutado mucho ayudando a alimentar a los terneritos y viendo el ordeño.
A cada paso hay una vista espectacular, una ruta que andar o una foto para hacer.
Simplemente precioso y reparador.
Gracias por todo Mariado.