El alojamiento fue de 10, un viaje de desconexión total, perfecto para aquellos que quieran desconectar, descansar y pasar unos días en la naturaleza. Los anfitriones fueron cercanos, nos dejaron todo preparado y te dan total libertad para entrar y salir del recinto. En todo momento se preocuparon por el bienestar y nuestra estancia en el lugar y se amoldan a tus necesidades. Nosotros elegimos una luna y es un lugar acogedor con lo necesario para pasar allí unos días. En cuanto a la ubicación, íbamos al pueblo de al lado para las comidas y hay dos bares donde puedes hacerlo a muy buen precio además de estar todo muy bueno, también hay supermercados y panadería por si te apetece comer algo entre horas. Quedamos muy contentos con la estancia, muy recomendable.