Pasamos unos días en familia en el Molino de María, con miembros de todas las edades desde los abuelos hasta niños pequeños y todos disfrutamos muchísimo. La amplitud de las zonas comunes (cocina con comedor, salón y zona exterior) hacen que la casa sea un lugar perfecto para eventos familiares o con amigos. También es de agradecer que todas las habitaciones cuenten con baño incluido lo que le añade un plus de comodidad. Los anfitriones (Pilar y Alvaro) encantadores y siempre dispuestos a atender cualquier necesidad. Ya hemos reservado fecha para volver en verano!