Hemos pasado unos días de Navidad en La Casita Violeta. Es una casa rural nueva y muy confortable en un pueblo en la montaña cerca de El Escorial. Cuando llegamos nos recibió el propietario que nos explicó todo muy bien y nos regaló una botella de vino que estaba muy rico. En la casa hacia calor y se agradece porque fuera llovía y hacía mucho frio. Aunque tiene un patio nosotros no estuvimos en el pues hacia malo. La casa está equipada con muchas cosas y tanto la ropa de cama como las toallas olían a suavizante. La verdad es que hemos estado muy bien y la pena ha sido que no hemos podido pasear . Creo que volveremos en primavera.