La ubicación es mala si uno busca tranquilidad y relax. Hay mucho ruido ya que está en pleno paso de coches y peatones. La señora Mari Carmen es simpático, pero aunque ella misma nos propuso un alojamiento con terraza , al estar en el piso, se nos dio uno sin terraza, aunque no estaba ocupado, también nos ofrece un par de horas en la piscina ( sólo los del piso) se le olvida los horarios .. En fin, ubicación pésima, pueblo muy caro ( en cuánto a calidad/precio) y con un constante paso de coches. La “casa”, no es una casa, si no un piso remodelado con limpieza aceptable, pero con manchas en edredón, toallas y ropa de cama