La casa es muy bonita, pero nada más, en la habitación la limpieza era justa y un calor horrible, ya que no hay aire acondicionado.
Tanto la cena como el desayuno no hay mucho donde escoger, ya que la cena te cuesta 12 euros y no es gran cosa.
El trato muy bueno, tranquilidad al máximo ya que es un poco rollo zen.
No creo que me vuelvan a ver el pelo
Tanto la cena como el desayuno no hay mucho donde escoger, ya que la cena te cuesta 12 euros y no es gran cosa.
El trato muy bueno, tranquilidad al máximo ya que es un poco rollo zen.
No creo que me vuelvan a ver el pelo