Llegamos con facilidad al lugar, la casa por fuera y por dentro es preciosa y el entorno también. Segùn llegamos el dueño,que es encantador, nos estaba esperando para recibirnos,nos explicò y enseñò todo es una persona super atenta que està pendiente de todo pero sin ser pesado ni molesto. Todo lo que precises se lo pides y enseguida intenta buscar la solución. La casa además de còmoda y amplia esta cuidada y limpia. Los niños ya están deseando volver pues los dueños les enseñan y les llevan a dar de comer a los animales caballos, cabras, conejos, perros....Volveremos sin duda.