Casa Rural con wifi
Finca El Rincón de Lanzarote Finca El Rincón de Lanzarote
10,0•Fantástico
4 valoraciones
•Mácher, Tías
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desde
320 €
El alma de la antigua construcción está muy presente. Se aprecia en sus altos techos y gruesas paredes, que hemos querido mostrar desnudas en algunos rincones. Pero nuestra intención con la reforma de esta gran vivienda de más de 100 años era crear un espacio contemporáneo, relajante y, sobre todo, conectado con el exterior.
A excepción de dormitorios y de los aseos, desde toda la casa se puede contemplar, a través de paredes acristaladas, las vistas que disfrutamos al mar y al atardecer. Podríamos haber realizado más divisiones internas, y obtener más habitaciones. Pero decidimos limitarnos solo a dos. Teníamos claro que la amplitud era importante para la sensación de paz que queríamos producir. Y por eso convertimos por ejemplo la antigua zona de producción de vinos en un gran aseo-vestidor, comunicado directamente con la habitación principal. Otros de nuestros rincones favoritos son el escritorio de trabajo con vistas al exterior, o la zona de la cocina y el comedor. Cuyas paredes son literalmente de cristal, y se orientan a la puesta de sol sobre las montañas de Los Ajaches.
Ya fuera, quisimos que se extendiese el mismo estilo limpio de la casa. Sencillos caminos de hormigón nos conducen a la piscina, o al gimnasio exterior. Aquí los protagonistas son nuestra querida palmera, de unos ¿? años de edad, y todas esas cosas por las cuales Lanzarote es inolvidable: el espacio, la luz, el mar, la calma de la noche..
Al llegar a la finca, uno encuentra una gran casa tradicional canaria, pero, cuando entra, uno descubre que es algo más.
El alma de la antigua construcción está muy presente. Se aprecia en sus altos techos y gruesas paredes, que hemos querido mostrar desnudas en algunos rincones. Pero nuestra intención con la reforma de esta gran vivienda de más de 100 años era crear un espacio contemporáneo, relajante y, sobre todo, conectado con el exterior.
A excepción de dormitorios y de los aseos, desde toda la casa se puede contemplar, a través de paredes acristaladas, las vistas que disfrutamos al mar y al atardecer. Podríamos haber realizado más divisiones internas, y obtener más habitaciones. Pero decidimos limitarnos solo a dos. Teníamos claro que la amplitud era importante para la sensación de paz que queríamos producir. Y por eso convertimos por ejemplo la antigua zona de producción de vinos en un gran aseo-vestidor, comunicado directamente con la habitación principal. Otros de nuestros rincones favoritos son el escritorio de trabajo con vistas al exterior, o la zona de la cocina y el comedor. Cuyas paredes son literalmente de cristal, y se orientan a la puesta de sol sobre las montañas de Los Ajaches.
Ya fuera, quisimos que se extendiese el mismo estilo limpio de la casa. Sencillos caminos de hormigón nos conducen a la piscina, o al gimnasio exterior. Aquí los protagonistas son nuestra querida palmera, de unos ¿? años de edad, y todas esas cosas por las cuales Lanzarote es inolvidable: el espacio, la luz, el mar, la calma de la noche.
A excepción de dormitorios y de los aseos, desde toda la casa se puede contemplar, a través de paredes acristaladas, las vistas que disfrutamos al mar y al atardecer. Podríamos haber realizado más divisiones internas, y obtener más habitaciones. Pero decidimos limitarnos solo a dos. Teníamos claro que la amplitud era importante para la sensación de paz que queríamos producir. Y por eso convertimos por ejemplo la antigua zona de producción de vinos en un gran aseo-vestidor, comunicado directamente con la habitación principal. Otros de nuestros rincones favoritos son el escritorio de trabajo con vistas al exterior, o la zona de la cocina y el comedor. Cuyas paredes son literalmente de cristal, y se orientan a la puesta de sol sobre las montañas de Los Ajaches.
Ya fuera, quisimos que se extendiese el mismo estilo limpio de la casa. Sencillos caminos de hormigón nos conducen a la piscina, o al gimnasio exterior. Aquí los protagonistas son nuestra querida palmera, de unos ¿? años de edad, y todas esas cosas por las cuales Lanzarote es inolvidable: el espacio, la luz, el mar, la calma de la noche..
Al llegar a la finca, uno encuentra una gran casa tradicional canaria, pero, cuando entra, uno descubre que es algo más.
El alma de la antigua construcción está muy presente. Se aprecia en sus altos techos y gruesas paredes, que hemos querido mostrar desnudas en algunos rincones. Pero nuestra intención con la reforma de esta gran vivienda de más de 100 años era crear un espacio contemporáneo, relajante y, sobre todo, conectado con el exterior.
A excepción de dormitorios y de los aseos, desde toda la casa se puede contemplar, a través de paredes acristaladas, las vistas que disfrutamos al mar y al atardecer. Podríamos haber realizado más divisiones internas, y obtener más habitaciones. Pero decidimos limitarnos solo a dos. Teníamos claro que la amplitud era importante para la sensación de paz que queríamos producir. Y por eso convertimos por ejemplo la antigua zona de producción de vinos en un gran aseo-vestidor, comunicado directamente con la habitación principal. Otros de nuestros rincones favoritos son el escritorio de trabajo con vistas al exterior, o la zona de la cocina y el comedor. Cuyas paredes son literalmente de cristal, y se orientan a la puesta de sol sobre las montañas de Los Ajaches.
Ya fuera, quisimos que se extendiese el mismo estilo limpio de la casa. Sencillos caminos de hormigón nos conducen a la piscina, o al gimnasio exterior. Aquí los protagonistas son nuestra querida palmera, de unos ¿? años de edad, y todas esas cosas por las cuales Lanzarote es inolvidable: el espacio, la luz, el mar, la calma de la noche.
Resumen
- 2 Dormitorios
- No se admiten mascotas
- 4 Personas
Acerca de la propiedad
- Piscina climatizada
- Wifi
- Aparcamiento
- Aire acondicionado
- Televisión
- Cocina
- Jardín
- Barbacoa
Valoraciones de usuarios
Excepcional
10,0
Angel, ago 2022
Lo que más me agradó fue la excelente atención de la anfitriona. Nos dio la bienvenida con detalles como fruta fresca, vino de Lanzarote y todos los servicios. Me encantó el cuidado en los detalles.
Excepcional
10,0
Javler, sept 2022
Una estancia increíble. La casa es aún mejor de lo que se muestra en las fotos. Las habitaciones y baños son enormes, las camas muy confortables, y el mobiliario de baño y cama es nuevo. Cada rincón de la casa está atendido con esmero. Fue una experiencia única pasar unos días en familia disfrutando con nuestros hijos en la piscina, el jardín de minigolf, el pequeño gimnasio... La ubicación en el centro de la isla facilita tener todo a una distancia razonable, no más de media hora en coche para todos los puntos turísticos y playas. Hay supermercados cerca, tanto en Macher como en Tías, para hacer compras, aunque Naomi nos proporcionó una gran cesta de fruta, vino y agua para tener algo al llegar. La comunicación con Naomi fue excelente en todo momento, tanto al llegar como al salir. Sin duda, una experiencia para repetir. ¡100% recomendable si viajas en familia y quieres darte un pequeño lujo!
Excepcional
10,0
Francisca, jun 2021
Me encantó todo en la casa, especialmente el cuidado de cada detalle. Se nota que lo hacen con mucho cariño. Tienen lo esencial y lo que no lo es también. No encuentro ninguna queja en mi estancia allí. Es excepcional.