Hay pocos lugares donde uno puede sentirse tan hogareño como El Vallejo, un retiro tranquilo ideal para relajar la mente y nutrir el cuerpo. Quiero agradecer a Cire por sus ilustraciones y rutas, a Arancha y Angel por los desayunos que nos prepararon para nuestras caminatas montañeras y por los momentos tan agradables que compartimos. Un abrazo de parte de Lucía y Rafa.