Probablemente el mejor alojamiento en el que nos hemos hospedado. La atención de Olga fue excepcional. Las camas eran muy confortables y los atardeceres, asombrosos. No hay aspectos a mejorar. Esperamos regresar pronto.
La casa goza de una ubicación privilegiada con vistas impresionantes y atardeceres inolvidables. Olga, la anfitriona, es muy amable y flexible con el horario de salida en la medida de lo posible.