Nos alojamos en la casa G. Acogedora y calentita para el mal tiempo que nos tocó ese fin de semana. Se echa de menos un cuarto de baño en la misma planta que el dormitorio, ya que hay que bajar a la planta de abajo. El acceso con el coche hasta la puerta general de entrada es incómodo, ya que no hay espacio para maniobrar y hay que salir marcha atrás por una pendiente, que, de noche no está iluminada. Para descansar, el lugar es bastante tranquilo.