Un antiguo cortijo con más de 100 años de historia, un lugar precioso ubicado en el corazón de Despeñaperros, una familia encantadora que nos ha brindado un trato excelente. Estas son algunas de las virtudes de esta fantástica finca. La panorámica desde la misma terraza es sobrecogedora, una extensión vastísima de verde que se pierde allá a lo lejos. Desde la casa se pueden hacer buenas caminatas por las dehesas o seguir varias sendas señalizadas más accesibles. Encinas, alcornoques, sabinas, jara, romero,... un espectáculo. Restos prehistóricos en la cueva de Los Muñecos y en coche la cascada de la Cimbarra y el mirador del rey imprescindibles.Cena casera copiosa y muy rica. Muchas gracias por todo de parte de toda la familia. Volveremos.