Ocupamos la casa entera en septiembre por motivo de una boda. El trato fue inmejorable, mezcla de profesionalidad y familiaridad. La decoración y las instalaciones son muy bonitas, cuidadas al detalle y con gran armoia entre rústico, árabe y chill out. El único problema fueron las escaleras y los pequeños bordillos de cara a las personas mayores o con movilidad reducida. Pero en estos casos la atención por parte de los dueños fue exquisita.
Vale la pena aislarse del mundo y disfrutar una noche de este entorno espectacular.
Vale la pena aislarse del mundo y disfrutar una noche de este entorno espectacular.