Estar inmerso en la naturaleza con todas las comodidades imaginables no tiene precio. Puedo decir que es la mejor casa rural que he conocido. La casa es muy amplia, el jardín enorme, un río atraviesa la finca asegurando el baño, y desde el propio jardín se sale a numerosas rutas de montaña. A esto hay que añadir el trato amabilísimo de los dueños, gran conocedores de la zona aportan un montón de ideas para que la estancia sea redonda. Super recomendable.