La Mica Real es un alojamiento al que casi no se le puede poner un 'pero'. Es preciosa, cada habitación es a cual más bonita, con todo tipo de detalles. Con chimenea, calefacción, WiFi, televisión en cada habitación, baños espaciosos y acogedores... Desde luego es para repetir. El menaje de hogar es muy bueno. Sólo un consejo a Gema, la dueña, cambiar la cafetera italiana. Por lo demás 5 estrellas
Estuvo en Enero 2016, con amigos
Estuvo en Enero 2016, con amigos