Estuvimos a finales de Enero y había nevado con lo cual el encanto del pueblo y del barranco del río Dulce se multiplicó ya de por si. La casa es coqueta y acogedora, ideal para disfrutar de tranquilidad y relajarse.
El propietario nos dio un trato excelente y un mejor desayuno.
También recomiendo visitar el restaurante Baja junto al castillo.
El propietario nos dio un trato excelente y un mejor desayuno.
También recomiendo visitar el restaurante Baja junto al castillo.