Es genial. El sitio precioso, la casa y las habitaciones cómodas y acogedoras, Rosa y Loren entrañables, como si nos conociéramos de siempre. Fuimos con muy poco tiempo, queremos volver, queda mucho por disfrutar. Si podéis, hacer una escapada, os alegrareis. Ah! No os vayáis sin probar la sopa castellana de Rosa!