La casa es muy grande y las estancias son amplias, pero hay demasiados muebles sin sentido (muchas mesas y sillas que no se utilizan, además de ser muy antiguas, parece que sea como un trastero al que llevan los muebles que sobran). Destacar que la cama que aparece junto al billar ya no está allí de forma que se queda ahí una sala con baño sin cama y la cama está en la buhardilla donde en verano hace demasiado calor para dormir, esto fue un detalle que no nos gustó ya que no nos avisaron antes y llevábamos en mente otra distribución de las habitaciones. Desde nuestro punto de vista, fallan cosas como puntos de luz sin lámparas, luces en espejos del baño que no funcionan, armarios sin puertas o falta de soportes para colgar las toallas en algunos baños o para colgar el grifo de la ducha, las vajillas son cada una diferente y algunas muy viejas... son pequeños detalles pero que si estuvieran mejoraría la estancia ya que da la sensación de estar un poco descuidado. La ropa de cama y las toallas un poco viejas aunque todo limpio. No tuvimos trato con la dueña pero Ionut, el chico de mantenimiento, nos ha recibido y tratado muy bien, muy atento. El billar y el futbolín es un punto a favor si vas con niños y la piscina aunque pequeña es de lo mejor, como si fuera un jacuzzi, aunque sólo hay una televisión en la segunda planta.
El pueblo es bonito aunque no dispone de ninguna tienda para ir a comprar.
Si se cuidaran esos pequeños detalles sería una casa increíble y de 10.
El pueblo es bonito aunque no dispone de ninguna tienda para ir a comprar.
Si se cuidaran esos pequeños detalles sería una casa increíble y de 10.