Se trata de un alojamiento perfecto para moverse por la zona de Sant Joan de les Abadesses / Ripoll. Justo por delante pasa la Ruta del ferro, vía verde para pasear a pié o en bici y disfrutar de la naturaleza y las vistas. El trato recibido por la propietaria ha sido perfecto, repetiremos. Lástima que enero no es un mes en que se pueda aprovechar la piscina.