Superó altamente nuestras expectativas. Pasamos dos días fantásticos, en los que pudimos disfrutar de un ambiente familiar aunque profesional en el que el servicio al cliente está a la orden del día. La localización de la casa nos permitió disfrutar plenamente de la naturaleza que la envuelve, un paisaje asombroso que sin duda nos dejó prendados. La vida que ofrece este singular lugar es hogareña y sencilla, pero al mismo tiempo se cuida el más mínimo detalle: la comida casera es buena, las habitaciones acogedoras y el casero transmite su alegría a todos los huéspedes. No vemos el momento de poder volver a disfrutar de esta experiencia.