Los propietarios són muy amables y atentos, el entorno de la casa no coincide con la realidad de las fotos que presenta la pagina web, por lo demas la comida buena. creo que tendrían que mimar un poco más los detalles en las habitaciones, y aunque se admiten animales, deberían de no estar en las zonas comunes, por higiene.
Es como encontrarte en casa, en un entorno de tranquilidad y de encanto. El trato por parte de Miguel y Magalí es fantástico, el apartado alimentario es excelente y en ocasiones raya el sibaritismo. Volveremos seguro !!!
El sitio es precioso, está bien situado pero apartado del pueblo asi que no hay ruidos. Las habitaciones están decoradas por Magalí que os aseguro domina además la cocina a la perfección. Miguel es muy amable y extrovertido y consigue que te sientas como en tu casa. A los que les gusten los animales deciros que tienen dos perros magníficos y una preciosa gatita, y un "gatito" que corren por la finca y son muy juguetones. rEalmente una experiencia fantástica.