Estuvimos este verano muy a gusto. La casa de estilo rústico, muy bien decorada, con un jardín inmenso, un huerto dónde había de todo, gallinas, patos, etc. Anna y su marido, muy amables los dos, nos aconsejaron muy bien sobre los sitios para visitar y ella muy atenta en todo momento. En definitiva, pasamos unos días fantásticos.