Hem passat un cap de setmana a la casa Rural, hem pogut gaidir de tot l'espai que ens han ofert. La casa es molt millor un cop la veus per dintre, l'habitació, el menjador i tots els espais comuns amb decoració molt particular. I si parlo dels exteriors, una inmensitat de cobert, lloc de barbacoa i terrasses. Es d'agrair com t'acullen a casa seva i pots passejar per l'hort i jardí. La casa i tot el recinta està tancat, ideal per els nens, poden corre per tot arreu sense cap perill, la piscina també es en un recinta tancat. Hem pogut disfrutar del ping-pong i de jugar a pilota... .Deixen bicicletes i es pot passejar per tot el poble i els camps, ja que es totalment plà.
Una bona experiencia rural
Estuvimos este verano muy a gusto. La casa de estilo rústico, muy bien decorada, con un jardín inmenso, un huerto dónde había de todo, gallinas, patos, etc. Anna y su marido, muy amables los dos, nos aconsejaron muy bien sobre los sitios para visitar y ella muy atenta en todo momento. En definitiva, pasamos unos días fantásticos.
Ha sido un verdadero placer descubrir esta casa.
Sus dueños son excentes personas , que sienten devocion por este digno trabajo.
El exito de nuestra estancia fue en parte porque Anna nos mimo y nos hizo sentir como en casa.!!
Las fotos engañan,aunque la habitación era acojedora, los dueños son muy poco educados y con faltas de respeto hacia los clientes y bastante mentirosos,os recomiendo no ir... pero si queréis ir... No hagáis caso de las fechas que os digan!! Tener siempre un calendario y reservar por vuestra cuenta, simplemente por el penoso trato que recibí con mala educación y falta de respeto simplemente por eso no os recomiendo que vayais
Fuimos una noche con un smartbox con sabor rural. Al llegar en el parking no había luz. Se lo comentamos a la sra y dijo Q estaría rota( en el anterior comentario de noviembre ya lo estaba!). Su tono imperativo y tajante era insoportable. Nos pareció fatal q sólo se podía desayunar a las 9, según ella porqué las tostadas están calientes. Bajamos a menos diez, zumo de brick, tostadas frías y bollería industrial. No habían habitaciones, nos pusieron en apartamento helado ya Q la calefacción hacia poco que estaba puesta. La cena más que justa. La sala de estar común sin calefacción y aire oscuras. No volveremos nyunca más.
Can Carreras del Mas, con Smartbox pagado les desaconso debido a las malas maneras y mal trato a los clientes por parte de su propietaria, su parking es un terreno huerto a 50 metros sin iluminación ninguna, el checkin es a partir de las 4 de la tarde, la cena incluida muy normalita y se enfadó porque pedimos agua del grifo porque lo cobra todo, sus vasos de duralex rayados y astillados, con vinagreras y aceitera de relleno, sin tener ninguna norma de sanidad, azucarero abierto de bote, el café maliiiisssimo y frio porque nos marcaba la hora de desayuno a las 9h. y si querias salir antes no desayunabas, la calefaccion en el comedor brilló por su ausencia y en la habitacion la dió a las 6 de la tarde y un día tuve que protestar a las 7 h. porque no la daba, de madrugada la cortaba y sin regulador en la habitación, ni teléfono. Quiere cobrar sin realizar ninguna factura, ni la de checkout, ni el impuesto de 4 euros, todo limpio para su bolsillo. Así que cuidadin con caer en sus manos ya que intentara cobrarles hasta por respirar, una verguenza. No vuelvo ni cobrando, espero que cierre el negocio porque esta empresaria rompe los moldes con una falta de amabilidad y un buen trato hospitalario. Tengo muchos amigos en Girona, pero como catalán me averguenzo de ese caracter de "todo por el euro", falta de educación, amabilidad y respeto por parte de la propietaria hacia sus clientes, a los que deberia de agradecernos que hayamos seleccionado su hotel, en lugar de su mal trato. Una pena que solo creará desprestigio a los demas negocios rurales, así que Agur pa siempre. Ah¡ y si no me creen prueben un finde y luego pidan el libro de reclamaciones.
Un alojamiento rural de verdad, no un hotel disfrazado de rural. Las habitaciones muy espaciosas y bonitas, lavabo amplio y limpio, varias zonas comunes. El desayuno y cena la hace la mestresa de la casa con los productos de su propio huerto, tomates que saben a tomate, huevos de color amarillo, es volver al origen que estamos perdiendo.
Es un local donde todo va un poco "justo": la limpieza es "justa" (el secador de pelo no se puede tocar), los servicios de la habitación también son "justos" (el agua desborda el plato de ducha, no hay gel de ducha en la habitación, el colchón es muy blando) y la comida que te ofrecen no es muy diferente a lo que tú te harías en casa un día que no te quieres parar mucho ( vamos, que se lo curran poquito). Y lo peor es la escasa amabilidad de la propietaria. Casi parece que le molestes. Y en algún momento rozó la mala educación: por error utilizamos un espacio que pensábamos que formaba parte de la habitación y no espetó que si usábamos ese espacio nos cobraría un plus. Con limitarse a decir que no podíamos utilizar ese espacio hubiera bastado. En resumen, parece una familia que tiene una masia y le quiere sacar provecho, pero como servicio de hostelería deja que desear
Una bona experiencia rural