Hemos estado dos veces y volveremos! Nuestras estancias han sido fines de semana familiares en invierno y en otoño. La casa es muy acogedora, limpia y en un entorno precioso para pasear por sus mtiples caminos que la rodean o visitar Besalú. María es una excelente anfitriona, amable y disponible. Las gallinas dispuestas a aprovechar los restos de comida a cambio de deliciosos huevos. Hemos disfrutado grandes, pequeños y peludos!!