La casa es grande y muy tranquila pero nos encontramos una serie de inconvenientes que hicieron nuestra estancia menos confortable. Habían restos de los antiguos inquilinos por lo que deducimos que no se hizo una limpieza, como por ejemplo, la mesa del comedor sucia, los platos sucios, un coletero debajo de la cama, etc. La piscina esta llena de avispas, si vais con niños poneros en contacto con el propietario para poder evitar picaduras. El porche esta lejos de la casa y es bastante incómodo desplazarse hasta ahí. La comunicación con la agencia es pésima, tardan en contestar y no solucionan rápido los problemas, nos quedamos sin agua mas de 10h.