Hemos estado este fin de semana pasado en la Casa Rural Esmeralda y hemos salido encantados. No había visto nunca un lugar tan bien preparado para niños, está pensado y organizado por y para familias.
Hemos ido 2 parejas, una con un niño de 4 años y nosotros con mellizos de casi 3 años. Todos los peques lo han pasado genial, sobre todo en el jardín, con el arenero, en los columpios, en la zona más protegida con los juguetes. Dentro del salón, se encontraban la sorpresa que abrían cualquier cajón o armario y encontraban juegos y cuentos.
Los adultos nos hemos podido relajar bastante, algo que como mamá múltiple es muy complicado, ya que ellos estaban jugando en un entorno muy seguro. Nosotros hemos podido charlar y disfrutar del jardín mientras los vigilábamos, sin necesidad de estar constantemente encima de ellos.
El interior está muy bien organizado, con un gran salón para comer o pasar el tiempo, las habitaciones cómodas, los colchones nuevos y la calefacción ya encendida desde hacía días, lo que nos ha permitido estar muy cómodos.
Por último, la carne para la comida del sábado la compramos en la carnicería de Ernesto y estaba buenísima, no hemos hecho uso de la barbacoa por comodidad, pero también estaba muy bien preparada.
Muchas gracias a Paqui y Ernesto y el año que viene repetiremos seguro.
Hemos ido 2 parejas, una con un niño de 4 años y nosotros con mellizos de casi 3 años. Todos los peques lo han pasado genial, sobre todo en el jardín, con el arenero, en los columpios, en la zona más protegida con los juguetes. Dentro del salón, se encontraban la sorpresa que abrían cualquier cajón o armario y encontraban juegos y cuentos.
Los adultos nos hemos podido relajar bastante, algo que como mamá múltiple es muy complicado, ya que ellos estaban jugando en un entorno muy seguro. Nosotros hemos podido charlar y disfrutar del jardín mientras los vigilábamos, sin necesidad de estar constantemente encima de ellos.
El interior está muy bien organizado, con un gran salón para comer o pasar el tiempo, las habitaciones cómodas, los colchones nuevos y la calefacción ya encendida desde hacía días, lo que nos ha permitido estar muy cómodos.
Por último, la carne para la comida del sábado la compramos en la carnicería de Ernesto y estaba buenísima, no hemos hecho uso de la barbacoa por comodidad, pero también estaba muy bien preparada.
Muchas gracias a Paqui y Ernesto y el año que viene repetiremos seguro.