Casa amplia y fresquita, ideal para unas días con amigos en verano (fuimos 15). El trato es cercano desde el momento en el que contactamos. Se echa en falta una piscina pero a 20 km están las Hoces del Cabriel donde nos pudimos bañar y disfrutar del hermoso paisaje. La gente del pueblo es amable y suele haber ambiente por las noches según nos dijeron ( por el covid no había mucho, pero se puede ir a terrazas perfectamente).
Como ventaja final, la casa aísla muy bien el sonido debido a sus paredes y al no contar con vecinos cercanos ( teníamos la música MUUY alta). Y como único inconveniente notable, la puerta del patio es un poco estrecha y si vas con un coche grande te va a ser difícil entrar. En resumen, una buena experiencia.
Como ventaja final, la casa aísla muy bien el sonido debido a sus paredes y al no contar con vecinos cercanos ( teníamos la música MUUY alta). Y como único inconveniente notable, la puerta del patio es un poco estrecha y si vas con un coche grande te va a ser difícil entrar. En resumen, una buena experiencia.