La casa es una masía preciosa, bien equipada y perfecta para estancias familiares y de grupos. Los dormitorios, la cocina, la sala de estar con la chimenea, y los exteriores son increíbles. Todas las noches hacíamos brasas y cenábamos una barbacoa todos juntos, para luego salir y ver el cielo más estrellado que hemos visto nunca. La zona, turística y gastronómicamente, da para estar días y días descubriéndola. Volveremos el año que viene seguro a la Masía de María, ya sea en invierno a disfrutar de la chimenea o en verano de su piscina.