Casa Rural para 10 personas con jardín

Fiel al estilo de las antiguas casas de labranza como la que en su momento fue esta casa, La Joma mantiene en su estructura y su fachada el sabor rústico y tradicional de lo que un día fue. Su interior, en cambio, aloja estancias llenas de la abundante luz que entra por sus ventanales, como un amplio comedor con paredes y techos de madera y vistas al bonito valle en el que se encuentra la casa, o rincones de descanso con sofás en los que sentarse a leer, charlar o ver una película. Sus dormitorios, cada uno con un estilo propio y original, son estancias llenas de personalidad, con cálidos suelos de madera y bonitos muebles y decoración rústicas.


El exterior de la casa cuenta con rincones como un amplio porche, en el que sentarse a disfrutar de las magníficas vistas a las montañas, el viñedo o el valle y la amplia finca de la casa, llena de cuidadas plantas, permite respirar el limpio aire de estas privilegiadas tierras..
En un valle inmenso rodeado de pinares y eucaliptos, junto a una plantación de vides, encontramos una amplia casa con paredes blancas y ventanas y puertas de madera. La Casa Rural La Joma es una antigua casa de labranza hoy reconvertida en un alojamiento rural lleno de encanto y rodeado de un entorno natural privilegiado y lleno de verdor.Fiel al estilo de las antiguas casas de labranza como la que en su momento fue esta casa, La Joma mantiene en su estructura y su fachada el sabor rústico y tradicional de lo que un día fue. Su interior, en cambio, aloja estancias llenas de la abundante luz que entra por sus ventanales, como un amplio comedor con paredes y techos de madera y vistas al bonito valle en el que se encuentra la casa, o rincones de descanso con sofás en los que sentarse a leer, charlar o ver una película. Sus dormitorios, cada uno con un estilo propio y original, son estancias llenas de personalidad, con cálidos suelos de madera y bonitos muebles y decoración rústicas.El exterior de la casa cuenta con rincones como un amplio porche, en el que sentarse a disfrutar de las magníficas vistas a las montañas, el viñedo o el valle y la amplia finca de la casa, llena de cuidadas plantas, permite respirar el limpio aire de estas privilegiadas tierras.