La casa Alba está muy bien. Disfrutamos de un buen fin de semana allí. Los niños corrieron y jugaron por el prado y comimos-cenamos siempre en el exterior ya que todavía el buen tiempo lo permitió. Así como todavía usar la barbacoa. Para nosotros, familia numerosa, el salón algo escaso en comodidad, (ya que siendo seis) hay un sofá de dos plazas y uno individual, el resto sillas. El entorno precioso en plena naturaleza, lugar tranquilo. Respecto a útiles y enseres de la casa lo básico. Tanto los baños (como pone el de abajo con ducha y el de arriba con hidromasaje ambos) como las habitaciones están genial. Volveríamos encantados por la zona, por la libertad de sentirnos como en casa, y porque cerca hay diversas playas, así como el parque natural de Cabárcenos, entre otros... el supermercado del pueblo tiene de todo.